Por curiosidad leí cuál era la composición de una bebida refrescante que
acababa de comprar: extracto de frutas, acidificantes, diferentes azúcares, y
la lista terminaba en la mención: reforzante de sabor.
El sabor de este jugo de fruta fue, pues, juzgado como insuficiente por su fabricante. Por eso tuvo que realzarlo y darle mayor intensidad. Este detalle nos hace pensar en que cada vez se buscan más emociones y sensaciones fuertes. La gente está hastiada de las cosas sencillas de la vida; ¡quiere novedades, «suspenso» e incluso escalofríos! Pero esta huida hacia el futuro no colma nuestras profundas necesidades.
Felizmente, lo que Dios propone a toda persona no es una fuerte sensación pasajera ni llamativa. Ofrece algo profundo y durable: su amor y su paz. Nos da una esperanza y un motivo para vivir en el presente; no valores artificiales, sino una apreciación del verdadero bien. Jesucristo nos da un ejemplo de perfección moral. Quizás usted considere esto como pasado de moda.
Si la vida de Jesús le parece historia antigua, esto prueba que usted nunca ha tenido un encuentro personal con él. Cuando Jesús, muerto en la cruz y resucitado, se hace realidad para nosotros, descubrimos su sorprendente actualidad y su poder para salvarnos. Al conocerle así, podemos regocijarnos "en el Señor siempre" (Filipenses 4:4).
¿En tan poco tienes
las consolaciones de Dios,
y las palabras que con dulzura se te dicen?
Job 15:11.
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo,
para que sigáis sus pisadas.
1 Pedro 2:21.
y las palabras que con dulzura se te dicen?
Job 15:11.
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo,
para que sigáis sus pisadas.
1 Pedro 2:21.
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